GURU – SHISHYA

Maestro – discípulo

Julio 2005

 

Algunos se preguntan, “¿cómo reconocer a mi Guru?”. “El Guru aparece cuando el discípulo está preparado”, dicen. Es ese momento en que ha madurado en él el deseo de cambiar, de liberarse de sufrimientos, de conocer la Verdad. Cuando la flor se abre, las abejas vienen solas. Así también, cuando el discípulo madura, viene el Guru y deposita en él la semilla de la sabiduría.

Un verdadero discípulo nunca se pregunta si aquél que lo está guiando en el sendero espiritual es o no su Guru. ¿Por qué? Porque lo sabe intuitivamente, ya que en su presencia siente un gran regocijo y entusiasmo, sus tendencias bajas desaparecen y surgen en él tendencias superiores. La mente se tranquiliza en presencia del Guru, sus dudas se desvanecen y se siente seguro. Por esos signos interiores, uno puede reconocer que está ante la presencia de su Guru.

Confiar en el Maestro espiritual es esencial para cualquier progreso en el sendero. De lo contrario, todo conocimiento que reciba del Guru fracasará en su propósito y será tan inútil como bañar a un elefante (que después del baño se tira barro encima). El Guru es la manifestación del Poder Divino de Enseñar. Debes ver a la Divinidad en tu Guru, sólo así podrás recibir lo Divino. Si ves al ser humano en Él, el conocimiento que recibas tendrá la misma limitación humana que imponga tu mente.

Gurupurnimá coincide con la 7ª luna llena del año. Se dice que fue el día del nacimiento del sabio Vyasa en tiempos remotos. Este sabio fue el autor del Mahabharata, los Brahma Sutras, el Shrimad Bhagavata, e incluso se le atribuyen escrituras védicas entre otras. Sus discípulos fueron los primeros en celebrar el Gurupurnimá, En ese día del Guru, el gran sabio era visitado por sus devotos discípulos, quienes lo adoraban ceremoniosamente. Esa celebración creció hasta llegar a ser hoy un día muy especial para los verdaderos buscadores de la Verdad.

Los discípulos anhelan que llegue ese día para poder expresar su gratitud al venerable Guru. Le llevan presentes con gran amor y devoción.

Pero, ¿cómo pagar la deuda de gratitud para con el Guru que nos muestra el camino hacia Brahman? ¿Qué le puedo ofrecer para alegrar su corazón?... La respuesta es SÁDHANA, SÁDHANA, SÁDHANA (práctica espiritual). Si en verdad quieres ser discípulo, conforma tu vida a los ideales de tu Guru, deja todo lo que él desapruebe, tú sabes bien qué.

¿Aún tienes defectos que corregir? ¿Tu vocabulario es vulgar? ¿Fumas? ¿Sucumbes a la ira? ¿Hablas demasiado?... Y por el otro lado, ¿llevas al pie de la letra sus sabios consejos? ¿Tienes lecturas espirituales a diario? ¿Reflexionas sobre sus enseñanzas? ¿Meditas sin perder un solo día?

Muchos gustan de decir que tienen un Guru, pero ¿son realmente discípulos? Si tu sádhana es tibia e irregular, te llevará muchas vidas lograr la  meta. Por eso, en el día de Gurupurnimá, uno debe doblegar los esfuerzos para ofrecer al Guru el mejor de los regalos, la flor sublime de su sádhana. OM

¡Gloria a mi venerable Gurudeva Shrí Shrí Shrí Pávana Yoguíraja!

Shuchitá Maháyoguiní