FELICIDAD (5ª parte)
Dr. Gopal Ji Mishra
Varanasi, febrero 2006
INDIA
 La época moderna hace mucho énfasis en los inventos y en el uso de los descubrimientos científicos que garantizan felicidad. Asimismo, los nuevos estilos de vida y los distintos tipos de compromiso abogan por la obtención de felicidad. Sí, por supuesto, dentro de ciertos límites los dichos de los modernistas pueden ser parcialmente correctos. ¿Por qué son parciales? Porque tal felicidad, basada en objetos superficiales, transitorios y destructibles no es eterna. Se termina con el paso del tiempo. Y entonces nuevamente se siente la misma oscuridad, melancolía, el mismo aburrimiento y la misma infelicidad.
Pero para lograr la verdadera y eterna felicidad, el camino de la meditación ha sido difundido por grandes yoguis de India. No solo la obtención de felicidad sino también la propia realización y la visión de Dios son posibles.
Hay algunas personas que no creen en la existencia o el concepto de Dios, pero quieren experimentar la felicidad eterna. Ellos también pueden adherir a la práctica de meditación, incluso sin Mantra.
El proceso a ser adoptado es sentarse tranquilamente en un lugar sereno, concentrarse en la respiración, inhalar y exhalar, centrando el ojo interno en el entrecejo y no pensar en nada. Si los pensamientos continúan viniendo a la mente no hay que prestarles atención, se desvanecerán automáticamente. Y la felicidad podrá ser sentida.
La experiencia de los meditadores es que haciendo esta práctica de meditación, algunos días o meses después, comienzan a aparecer diferentes colores de luz, sonidos y otras cosas. Estas son las cosas o escenas del mundo interior. En esencia, la experiencia principal puede ocurrir mientras el meditador se mantiene sentado, sin pensamientos, sin ideas, sin conciencia de sí mismo ni de nada más. Este es el estado más elevado conocido como Samadhi que es obtenido por los seres más espirituales.
Aquí nos referimos al pensamiento de obtención de felicidad. La felicidad está garantizada para aquellos que meditan. Este tipo de felicidad es eterna, duradera, divina y la más valiosa.
Las Escrituras dicen que el contacto con personas divinas, la amistad con sabios y la reconciliación con parientes y amigos llevan a la felicidad.
La buena compañía es muy importante y conducente a la felicidad. La compañía de aquellos que son felices nos puede hacer felices a nosotros también. Pero si estamos en compañía de  personas de temperamento negativo, que viven criticando a otros, encontrando faltas en los demás, que son pesimistas y siempre hablan de infelicidad, nosotros tarde o temprano seguramente seremos como ellos.
Por eso es que la buena compañía (Satsanga) ha sido tan recomendada en todos lados. El significado de la buena compañía no puede ser expresado exhaustivamente en palabras. La buena compañía es capaz de hacer todo.
Puede traer transformación de la naturaleza, de la personalidad y de la tendencia humana. Y ¿qué no? Entonces,  alguien que está deseoso de felicidad debe buscar y contactar esas personas que son serenas, divinas, amables, generosas, alegres, espirituales y dispuestas a ayudar a otros. Esta compañía es la puerta para la felicidad.
Debe ser tenido en cuenta que puede haber impostores y engaños en la apariencia de personas divinas. Uno debe mantenerse alerta y nunca caer en la compañía de personas tan indeseables.
 
Continuará…….