FELICIDAD (4ª parte)
Dr. Gopal Ji Mishra
Varanasi, febrero 2006
INDIA
 Somos encantados por los placeres físicos, los deseamos y hacemos esfuerzos para obtenerlos. Estos intentos dan nacimiento y alimentan  todo tipo de inconvenientes. Nos convertimos en víctimas y enfermos del apego. Y después, estamos sujetos a padecer sus consecuencias.
Pero si no somos dominados por esto y solo deseamos lo que son las necesidades básicas para la existencia, nos salvaremos de estos conflictos. De este modo, evitaremos nuestra decadencia. Nuestro poder de voluntad y la paciencia podrán encarar la situación fácilmente y nuestra felicidad quedará intacta.
Por esto se dice que nosotros mismos podemos hacernos felices o infelices.
En esto, nuestro entendimiento, nuestro pensamiento y juicio juegan un papel muy importante: puede darse que en una situación similar mientras que un hombre se sienta abatido si es frustrado en sus intentos, el otro junte coraje, enfrente la situación y comience de nuevo.
Es un gran arte extraer dicha del dolor y la angustia. Alguien que vive de acuerdo a la naturaleza y a la modestia, lleva una vida feliz. La simplicidad es la llave para la felicidad.
No debemos olvidar que el creador de este universo es Dios. Nosotros no tenemos ninguna autoridad, privilegio ni derecho y si analizáramos naturaleza de este mundo, llegaremos a la conclusión de que hay más pena que felicidad.
Pero al mismo tiempo debemos mantenernos seguros y firmes aunque las situaciones estén cambiando constantemente. Entonces, cuando vemos que alguna u otra razón para la infelicidad  se ha presentando, sabremos que no es estática ni durará por siempre, puede cambiar y la infelicidad dará lugar a la felicidad.
El pensamiento espiritual enfatiza que para disfrutar la auténtica felicidad, uno debe llevar sus ojos mentales hacia el interior. Es extraño saber que hay un mundo existiendo en el interior paralelo al universo exterior.
¿Cómo ver el mundo interior?
El proceso es sentarse calmadamente en un lugar tranquilo y placentero. Cerrar los ojos. Es incorrecto forzar los ojos físicos. Déjelos mantenerse normalmente dirigidos en dirección recta. Con los ojos cerrados concentra el ojo mental en el entrecejo.
Si alguien es iniciado por algún maestro espiritual (Guru) y ha recibido algún Mantra, se puede comenzar pronunciando silenciosamente ese Mantra junto a la inhalación y exhalación.
¿Qué ocurrirá?
En el debido transcurso de tiempo, la mente dejará su frivolidad y una inmensa felicidad será experimentada. Esto dará surgimiento a la paz mental, tranquilidad, serenidad y auténtica felicidad. Uno puede comenzar esta práctica por 10 minutos diariamente e ir prolongando el tiempo de a cuerdo con la conveniencia de cada uno. Una hora sentado sin esfuerzo es suficiente. Para obtener felicidad, esta ha sido la experiencia de muchas personas. Este proceso es recomendado por santos y yoguis.
 
Continuará……….