DEVOCIÓN
Por el Dr. Gopal Ji Mishra
Varanasi, febrero 2006
 
Devoción es néctar. Es el dulce de la vida. El vacío de la vida es llenado con devoción. Lleva a la perfección de la vida. Una vida sin devoción no tiene encanto, es seca y ladeada. La devoción da color a la vida. Una indescriptible felicidad es sentida como resultado de la devoción.
La devoción enriquece la sabiduría y los actos. Mera intelectualización es una carga y puede llevar a la vanidad. La vanidad nunca es apreciada. Lleva a la destrucción a la larga. El espiritualismo no la aprueba. El sabio siempre la rechaza.
El elemento básico de la devoción es el amor. Amor a Dios es el elemento más deseable. Un indiviso amor por Dios es el principal síntoma de la devoción. La Devoción, cuando madura, lleva a una infinita beatitud, infinita paz, infinito amor, infinita sabiduría, infinito ascetismo, infinita fortuna, infinito poder, infinita belleza, infinita dulzura e infinitas virtudes. ¿Por qué? Porque son las virtudes de Dios, y Dios otorga todas esas virtudes a Sus devotos.
No hay dudas, Dios otorga todos esos dones. Pero en la devoción pura, no hay tal demanda. No hay demanda en absoluto. En el amor sólo existe el dar y dar, sin esperar nada en retorno. Si hay expectativa de obtener cosas en retorno, se convierte en un negocio. La devoción no alienta la devolución.
Devoción es dedicación, auto-dedicación. La Dedicación libera. La vanidad obstruye. Una dedicación de todo corazón hace que uno se funda con Dios. Una vez que esto sucede, nadie puede separarlo de Dios. La dedicación hace al hombre intrépido. Él disfruta de la liberación aún mientras vive en el cuerpo.
La devoción es de nueve clases – escuchar sobre las virtudes, los juegos nombres y morada del Señor, cantar, recordar al Señor, adorar, rendirle servicios, orarle, el sentimiento de ser Su sirviente, el sentimiento de ser Su amigo y dedicación. No hay que seguir estas nueve formas a un mismo tiempo, aún una sola es suficiente para llevar la devoción a la perfección.
Es sabio tratar de liberarse de las ataduras mundanas. El recurso más simple y natural es la devoción. La devoción une con Dios y al mismo tiempo barre todos los defectos de la mente. Un devoto se eleva por sobre el nivel de las diferencias. Un devoto evolucionado realiza a Dios en todos los seres y cosas, ya sean materiales o seres vivos. Este es un estado ideal. En este estado un devoto permanece dedicado a Dios. Disfruta de éxtasis.
La Devoción es el amor extremo hacia Dios. Tal indiviso amor hacia Dios es el tipo superior de devoción. Tal devoto está seguro de alcanzar a Dios.
Dios es todopoderoso, no hay nadie por sobre Él. Nadie tiene control sobre Él. Aún así a Él le gusta obedecer a Sus devotos, siempre los acompaña y los ama tanto como para tenerlos en Su corazón. Los devotos tienen a Dios en su corazón y Dios tiene a sus devotos en Su corazón.
Satsanga, la compañía de personas devotas, es la mejor ayuda para la devoción. Sat es Dios y sanga es compañía. Satsanga, entonces, es la compañía de Dios. También, sat significa buena persona, persona espiritual. De esta forma, Satsanga implica la compañía de tal tipo de personas. Es dicho enfáticamente que tal compañía allana el camino de la devoción. También se dice que todos los placeres del cielo y de la liberación no tienen comparación con el placer de tener Satsanga por un momento.
Así, Satsanga es capaz de hacernos disfrutar de inmenso placer aquí, en vida, así como convertirnos en grandes devotos y alcanzar a Dios.
Hay cuatro calificaciones, además de otras, requeridas para la devoción. Ellas son: ocupar la mente en Dios - es decir, volverse totalmente consciente de Dios, ser devoto de Dios, adorar a Dios y reverenciar a Dios.
Encontramos mayormente que las personas están preocupadas por cosas, personas, situaciones, circunstancias e innumerables deseos mundanos. La mente está siempre ocupada con esas cosas. Es mejor analizarnos para ver si hemos estado pensando en Dios o en cosas mundanas. Si estamos ocupados en cuestiones mundanas, no dejamos ningún espacio para Dios. En tal situación, la devoción no es posible. Así que para el logro de la devoción, la mente debería mantenerse libre de deseos mundanos y ocupada con el pensamiento de Dios.
Un devoto es aquél que ama a Dios. ¿Por qué debería uno amar a Dios? Simplemente porque Él es la principal fuente de placer y nosotros queremos ese placer eterno. Queremos ser sostenidos, Dios hace eso. Él es nuestro Señor. Él es el testigo de lo bueno y de lo malo. Es digno de que nos refugiemos en Él. Es benevolente y no quiere nada a cambio. Siempre deseando lo mejor para nosotros, cuida de nuestro bienestar. Él es la principal causa de nacimiento y muerte de todos los seres. Es la base de la existencia. Es inmortal. Todo está en Sus manos. Él nos ama a todos. Nosotros también debemos amarlo. Su amor nos hace sumergirnos en el océano de disfrute divino. Ya que queremos ese disfrute, debemos amar a Dios y ser Sus devotos.
También devoción implica adoración. La adoración puede ser hecha de muchas maneras. Pero la mejor forma es ofrecer todas las cosas hermosas a Dios. Por ejemplo ropa, comida, frutas, agua, bebidas jugosas, leche, dinero, oro, plata, lo que significa que ya que todas nuestras pertenencias nos son dadas por Dios, expresamos nuestra obligación de ofrecer esas cosas a Dios. Dar y recibir es el principal proceso en el amor y la devoción.
Luego viene la cuarta calificación del proceso, es decir, saludar a Dios. Tal proceso no requiere dinero, tiempo extra ni ayuda de cosa o persona alguna, puede ser hecho fácilmente y en cualquier lugar.
En devoción, todo acto que se lleve a cabo es dedicado a Dios. Esta dedicación es una cuestión de sentimiento. Todos estamos siempre haciendo una cosa u otra. Nadie permanece inactivo ni por un segundo. Estamos naturalmente atados a la acción. Entonces, ¿dónde yace la diferencia entre las actividades de una persona mundana y una persona devota?
La diferencia yace en el sentimiento de “actor”. Una persona mundana hace todo para sí misma, para su propia satisfacción, para su propio placer y para sus propios logros. Pero una persona devota del Señor, aún llevando a cabo las mismas actividades que son hechas  por la persona mundana, las hace con un sentido de que esas actividades están dedicadas a Dios, son hechas por el amor a Dios, son un esfuerzo por complacer a Dios y son hechas para satisfacer el deseo de Dios. Esa es la diferencia. Uno no pierde nada dedicando las actividades a Dios. Por el contrario, se ve inmensamente beneficiado, lo que es difícil de expresar en palabras.
Ahora surge la pregunta, “¿por qué debería una persona dedicar todas sus actividades a Dios?”
La respuesta es que mediante esa dedicación, no será atado por virtud o vicio. Virtud y vicio son ambas ataduras que resultan en reencarnación y no en liberación. Así, mediante la dedicación de sus actos a Dios, uno queda exento de sufrir las consecuencias de esos actos.
¿Cuál es el proceso de dedicación de los actos? El proceso es el más simple. Debería haber un sentimiento en el corazón, “Oh Señor, Tú eres tan bueno que me haces llevar a cabo esta acción. ¡Te la ofrezco a Ti, Señor! Por favor, acéptala”.
Tal idea puede ser expresada en cualquier otra forma, no hay restricción de palabras o modos en los cuales pueda ser hecho tal ofrecimiento. Dios conoce todos los lenguajes. Puede entender muy bien nuestros pensamientos aún cuando permanezcan sin expresarse. Esa es la razón por la cual se dice que la intención de dedicación debería estar allí, el sentimiento debería estar allí.
No puede tomarse como devoto alguien que está ocupado en saciar a sus propios órganos, que está al servicio de su mente descontrolada y que es inconsciente completamente del fin divino.
El fin divino es el único objetivo para la humanidad. Las escrituras dicen que el hombre ha sido enviado a la tierra para alcanzar a Dios. Es su deber primordial y único. La devoción es tal sentimiento, tal estado de la mente y tal proceso sutil que hace posible alcanzar a Dios. Pero, al mismo tiempo debe tenerse en cuenta que por sobre todas las cosas la gracia de Dios es lo más necesario, porque sin ello nada es posible.
Esa es la razón por la cual en devoción, para completar todas las condiciones es esencial e indispensable tomar refugio en Dios.
¿Cómo puede uno refugiarse en Dios? ¿Cómo puede hacerse esto posible? ¿Cuál es el proceso? ¿Qué medidas deben ser adoptadas para obtener este fin? ¿Es posible que Dios nos otorgue Su refugio? ¿Qué debería hacer para lograrlo?
Es simple. Cuando nos enfermamos, nos refugiamos en el médico. Cuando tenemos un caso jurídico, nos refugiamos en el abogado. Cuando viajamos, nos refugiamos en el conductor. Cuando somos atacados, nos refugiamos en la policía. De esta forma, podemos concluir que nuestra existencia está basada en el refugio.
Pero esos refugios, aunque necesarios, son mundanos y sujetos a cambio, reversibles, limitados, engañosos, temporales y condicionales. Esa es la razón por la cual se recomienda el refugio en Dios como el mejor. Tomar refugio en Dios es necesario en devoción.
Dios es Todopoderoso, Omnipresente, todo alegría, el Padre de todos, el que todo lo ve, el que está en todo momento, el que está en todos y sobre todos para bien. Él es el nuestro Compañero todo el tiempo. Desde el mismo comienzo hasta el fin de la creación del cosmos, Dios ha estado y seguirá estando con nosotros. Él es nuestro verdadero Amigo, el real Bienqueriente y el que en verdad nos ayuda. Así que es sabio buscar el refugio de Dios.
Un devoto es el que implora, adora y venera a Dios. Tal devoto es un yogui, porque está siempre ocupado con el amor, el recuerdo y el pensamiento de Dios. Tal yogui es considerado el mejor a los ojos de Dios. Es un hecho declarado que tal devoción hará que el devoto alcance a Dios.
La presente era es Kali Yuga. Es descripta como llena de muchos defectos. Pero hay una prominente y virtuosa excelencia en ella, y es que uno puede alcanzar en sólo un día el mismo gran resultado que en Satya Yuga se obtiene mediante austeridades, en Treta Yuga mediante sacrificios y en Dvapara Yuga mediante adoración. Esa excelencia de Kali Yuga es el melodioso canto del sagrado nombre de Dios. La devoción enfatiza este canto. En India, esto  es muy practicado. Las personas, mientras cantan, olvidan todas sus miserias, problemas, tensiones y preocupaciones. Surgen tales sentimientos divinos en los que cantan, que aparecen lágrimas de éxtasis en los ojos. Esto hace a la devoción perfecta.
En devoción, el devoto disfruta de la más regocijante esencia cantando el sagrado nombre, narrando los juegos, virtudes y describiendo la morada eterna de Dios. Uno de los Vedas, el Samaveda, es dado para este efecto. Cantar el nombre de Dios es  más apreciado por aquellos que siguen el sendero de la devoción. Comienza a dar placer desde el inicio mismo. Se da el ejemplo del comer para una persona hambrienta. Ni bien empieza a comer el primer bocado, comienza a sentir placer. Así también sucede con el canto del sagrado nombre de Dios. El que sigue el sendero de la devoción disfruta de las canciones ofrecidas al Señor.
Con respecto a esta hazaña de la canción, Dios dice, “yo no moro en los corazones de los yoguis, oh Narada, estoy presente donde mis devotos cantan canciones en Mi alabanza”.
No significa que los yoguis estén privados de la presencia de Dios en sus corazones, sino que Dios aprecia tanto esos cantos que Su presencia es un hecho garantizado. 
La devoción hacer huir la infelicidad y los ardientes deseos del corazón del devoto. Él no experimenta defectos indeseables ni siquiera en sueños y qué decir del estado de vigilia.
 La devoción, cuando se vuelve totalmente pura y fuerte, se convierte en la vida del devoto. Él dedica su vida al servicio de Dios. Permanece totalmente inmerso en el amor a Dios. No quiere nada de Él.
Hay cinco formas de liberación: algunas personas desean vivir eternamente en la permanente morada de Dios, otras buscan alcanzar fortuna, gloria o magnificencia precisamente como Dios, algunas quieren adquirir una apariencia como la de Dios, otras anhelan la proximidad de Dios y otras pretenden unirse a Dios. Pero el devoto no busca obtener nada de esto. Él siempre aspira al amor de Dios y queda completamente satisfecho permaneciendo como un simple devoto de Dios.
Dios dice: “Estoy presente en todos los seres vivos en la forma de alma. Así que aquellos que Me ignoran como alma de todo y Me adoran sólo en ídolos, aquellos cuya veneración es simplemente un engaño, que debido a la ignorancia Me ignoran y adoran simples ídolos lo hacen como si vertieran sacrificios sobre cenizas (ceremonia del fuego en que se arrojan ofrendas).
¿Qué significa esto?
Significa que dado que Dios mismo está manifestado en todas las formas de seres vivos; todos los seres vivos merecen ser reverenciados y servidos.
Puede haber muchas formas de servir a la humanidad, la manifestación de Dios; algunas de ellas son:
 
a)     Con lo que sea que tengas, puedes ayudar a otros que carecen de ello, que actualmente estén necesitados. Esta ayuda debería ser hecha de tal forma que las personas a quienes has ayudado no sepan quién las ayudó. Muchos ejemplos de esto deberían encontrarse a menudo.
 
b)    Mientras prestas servicios a otros, la persona debe sentir el servicio como que está siendo suministrado a sí misma. Debe tener en cuenta que la misma alma está presente en todos. Entonces el servicio es causa de satisfacción para sí mismo.
 
c)    El mejor servicio es aquel a través del cual se tiene la intención de agradar a Dios. Sin desear su propio bienestar, alegría o recompensa.
 
La devoción incluye seis requisitos.
 
a)     La determinación de permanecer servicial a Dios.
b)    Continuar cercano a  Dios
c)    Mantener una fe firme en la creencia de que Dios lo liberará
d)    Elegir a Dios como protector
e)    Entrega
f)     Humildad
 
Esas personas en cuyos corazones hay devoción son las más afortunadas. Todas las virtudes de la vida humana y pensamientos sagrados vienen a sus corazones sin ningún esfuerzo como un impacto de la devoción.
Siguiendo la senda de la devoción, el discernimiento y la renuncia también se logran estas virtudes.
Se dice que la mejor religión es aquella en la cual hay devoción a Dios, en la que no hay ningún deseo y cuya continuidad permanece intacta.
La devoción es la base eterna de la vida humana. Es la fortuna imperecedera del amor divino. Es la nutrición de todas las cualidades divinas y la perfección de la alegría y la paz. El nombre de Dios es en realidad la medicina de la enfermedad mundial. Algunas personas  ven a Dios como Brahman, algunas como Parmatma y otras como Bhagaván. Estas diversas ubicaciones son de acuerdo a los distintos modos de devoción.
La Devoción beneficia con dos efectos: uno es la devoción misma y el otro es la liberación. Aquellos que se entregan a un Dios impersonal quieren la liberación, pero aquellos partidarios de un Dios personal no quieren la liberación. Si Dios aparece delante de ellos y les hace pedir una bendición, ellos dirán que quieren devoción a Él y nada más.
Ante la devoción, la liberación se mantiene de pie y lista para convertirse en una doncella. Pero un devoto nunca busca eso; alguien que está lleno de amor por Dios, no siente ninguna necesidad de placeres mundanos y materiales, alguien que esté disfrutando del placer del inmenso océano del néctar divino, ¿qué otro propósito puede buscar?
La devoción construye el carácter. No hay nada más importante que el carácter en la vida humana. Gran parte de la educación es orientada a la formación del carácter. Pero generalmente no es tan efectivo como el ejemplo de los santos, los penitentes y las personas espirituales. En India, Dios ha aparecido en diferentes encarnaciones. Veinticuatro encarnaciones son famosas.
Estas encarnaciones son marcas del carácter. Tales rasgos del carácter pueden ser imitados y absorbidos. Pero la devoción construye el carácter ideal.
La devoción crea una firme relación entre Dios y el devoto. Dicho amor es creado cuando los dos se vuelven uno. Cuando es difícil diferenciar entre los dos.
Los dos se convierten en amante y amado uno del otro: el devoto ama a Dios y Dios ama al devoto. Dios no quiere nada más que amor. El devoto tampoco quiere otra cosa que el amor de Dios. Ambos quedan sedientos de amor. El aumento de amor trae mayor deseo de amor. El amor hace divino al devoto.
Esta es la naturaleza de Dios: lo que sea que el devoto desee, diga y haga, Dios lo apoya.
Algunos devotos establecen relación con Dios. Algunos eligen a Dios como su hijo, algunos lo aceptan como su esposo, otros como su amigo, otros como su padre, hay quienes lo toman como su amo y otros como su maestro espiritual, algunos como liberador, otros como mediador, algunos como un hermano, otros como la madre, algunos como todo en todo. Dios recibe y acepta estas relaciones. Estas relaciones otorgan una gran felicidad a los devotos.
¿Cómo es Dios? ¿Es personal o impersonal? ¿Cómo es Su forma? ¿Cuál es Su naturaleza? ¿Cómo actúa? ¿Cómo crea? ¿Cómo conduce la creación? ¿Cómo determina la relación de causa y efecto? ¿Cómo queda satisfecho? ¿Cómo concede Su visión? Son algunas de las preguntas.
Vedas, Puranas, Gita, Ramayana y otros libros sagrados presentan respuestas a estas preguntas. Pero no incluyen detalles. Los sabios, quienes pudieron saber sobre Dios dicen que no pueden describir a Dios completamente. Los predicadores pueden ser encontrados dando detalles de Dios. Pero ¿son éstas afirmaciones correctas? No. ¿Qué hacer?
Nosotros queremos saber sobre Dios. Dios no puede ser descripto con palabras.
Entonces dependemos de las escrituras, de la literatura espiritual y de los predicadores. El auténtico principio es sólo el que Dios quiere hacer conocer. Por eso se dice que en lugar de tratar de conocerlo, es sabio creer en Él. Cuando Él decida, Él mismo Se hará conocer.
La devoción es el amor por Dios. Pero ¿cómo puede este amor ser inculcado?
Hay algunos caminos prescritos para esto:
1.      Debe haber un intenso anhelo de amor. Uno debe estar ocupado con el pensamiento: “¿Cómo puede producirse el amor?”, “¿Cómo puede germinar el amor?”, “¿Cómo puede el amor de Dios ser descubierto?”, “¿Cuál es el camino para tener amor por Dios?”.  Estas preguntas pueden rondar continuamente en la mente. Cuando este deseo alcanza  su punto culminante, Dios ayudará a crear el amor.
2.      Otro camino es invitar a Dios con el corazón. Hablar con Él. Tocarlo imaginariamente. Escucharlo. Pensar en Él. Creer que Él es esencia, que está lleno de amor y de gloria. Experimentarlo con todos los órganos sensoriales. Esto creará amor.
3.      Meditación con pertinencia, devoción y veneración crea amor por Dios. La meditación es un recurso poderoso para revelar amor. Esta es la naturaleza de Dios, Él realiza los deseos cuando encuentra que han alcanzado su punto máximo.
4.      Si es difícil o imposible hacer meditación, entonces, haciendo repetición del nombre de Dios se puede desarrollar amor por Dios.
5.      Cantar canciones devocionales es muy efectivo para descubrir el amor por Dios. Chaitanya Mahaprabhu y MeeraBai fueron muy dotados en esta práctica. Como resultado, cuando ellos estaban por ser completamente absorbidos en ella, Dios acostumbraba a aparecer delante de ellos.
6.      Estudiar las conductas de los devotos, estudiar libros religiosos y literatura espiritual con devoción puede producir el amor por Dios.
7.      Satsanga, la compañía de santos, devotos y personas espirituales inducen al amor por Dios. En esta compañía, los discursos sobre Dios son la actividad principal que induce al amor por Dios. Trae un placer tan intenso que no puede ser comparado con ningún otro placer mundano.  Semejante compañía es capaz de cambiar la vida, la actitud, la tendencia, las preocupaciones, la naturaleza, la conducta, el objetivo de vida, la fe, la creencia, el humor, el ánimo del hombre. En otras palabras, puede decirse que Satsanga puede hacer todo. ¿Qué es lo que no puede ser cumplido por Satsanga? Se dice que sólo alguien muy afortunado obtiene Satsanga. La posibilidad depende de los actos sagrados realizados en esta y en muchas vidas pasadas y de sus buenos resultados.
8.      No importa si una persona es mala, si comienza a tomar el nombre de Dios, a repetirlo continuamente, se convertirá en una persona santa porque ha entendido firmemente que tomando el nombre de Dios es lo mejor en lo que se puede comprometer. La semilla de un árbol muy grande es muy pequeña, pero las posibilidades de transformarse en un gran árbol son inherentes a ella: un ancho tronco, grandes ramas, hojas, flores, frutos y luego producir innumerables semillas nuevamente. Todo esto está presente en esa pequeña semilla. De manera similar, todo es inherente al nombre de Dios.
9.      Otro ejemplo es el del poder de la electricidad. El poder es invisible. Pero su uso múltiple se realiza en todos lados. Funcionalmente esto es evidente. Así también es con el nombre de Dios. El nombre es muy pequeño pero su poder es inconmensurable. Entonces, cantando el nombre de Dios, se genera naturalmente amor por Él.
10. Mucho depende de nuestro entendimiento, actitud y fe. Si pensamos que algo es muy significativo, muy importante, grandioso, majestuoso, indudablemente lo amaremos. En el mismo sentido, cuando comenzamos a saber de la gracia, virtudes, cualidad, grandeza de Dios, con seguridad Lo amamos. Siempre amamos nuestras cosas preciadas. Dios está más allá y por sobre todas las cosas preciadas. Si aceptamos, creemos y entendemos esto, el amor se producirá automáticamente.
11. Las personas quedan envueltas por los objetos materiales, las personas atractivas, la sociedad seductora, los artículos de publicidad, las escenas excitantes, las sustancias embriagantes. Entonces se hace natural que se olviden de Dios y se dejen dominar por el caos. Así se produce un gran distanciamiento entre ellas y Dios. Por eso se hace necesario abstenerse de los objetos materiales y de estas situaciones. Se requiere de un esfuerzo mental para orientarse hacia Dios. Esta práctica inducirá al amor.
12. El amor por Dios se puede obtener tomando las sugerencias de Dios y siguiendo Sus indicaciones. La voz de la conciencia interior es la voz de Dios. Uno puede tratar de escuchar esta voz y actuar de consecuentemente. Nuestra voz interior de la conciencia siempre nos indica tareas correctas, apropiadas y buenas y al mismo tiempo nos impide hacer actos indeseables e impuros. Siguiendo esto, se producirá el amor por Dios.
13. Transmitiendo las enseñanzas de Dios presentes en las Escrituras, en los libros y la literatura espiritual se cultivará el amor a Dios. Dios, a través de uno de esos libros sagrados llamado Bhagavad Gita, dice: “quien propague esto entre Mis devotos, es Mi preferido”. Podemos encontrar  muchas de estas personas que dedicaron sus vidas a transmitir las enseñanzas de Dios. Ellas son amadas por Dios y Él hace que Lo amen.
14. Si alguien desea infundir el amor por Dios en él, deberá reverenciarlo. Hay diferentes maneras de honrarlo y cada uno puede adherir a cualquiera de estas formas. Recordar a Dios con devoción y ofrendarle flores, agua, alimento, frutas, ropa, pasta de sándalo, esencias, dulces, etc. fortalece el amor y lo profundiza. Esto es llevado a la práctica por quienes veneran ídolos.
15. Quienes adoran ídolos pueden generar amor por Dios bebiendo el agua en la que son lavados los pies de un ídolo: una mezcla de leche, cuajada, ghee (aceite de manteca clarificada) y azúcar ofrecida a la deidad los salva de una muerte prematura y mitiga todas las dolencias.
16. Procurar y albergarse en el amparo de Dios cultiva el amor por Él. Buscar Su amparo implica entregarse enteramente a Dios, confiar de todo corazón en Él, pensar siempre en Él y seguir sus órdenes. Si se adoptan estas medidas, seguramente surgirá el amor.
17. Como ya se ha dicho, se puede tomar a Dios como un amigo, como un maestro o como cualquier cosa que cada uno desee. Esto trae un acercamiento a Dios. Este acercamiento induce al amor por Él.
En la devoción, el sentimiento es lo más importante. Se dice que Dios es sensible a los sentimientos.
¿Qué es un ídolo? Una piedra, madera, mármol, plata, oro o simplemente una imagen, a los que se les asigna una idea o un sentimiento. El sentimiento es un símbolo que nos acerca a Dios. Sirviéndole, el servicio es aceptado por Dios.
Sabemos, en el caso de Swami Ramakrishna Paramhansa que el ídolo solía hablar con él y hacía otras actividades semejantes que son posibles de seres vivos solamente.
Cuando Tulsidas, el escritor de Ram Charit Manas, fue a Vrindaran en el templo había una imagen de Krishna. Tulsidasa era un devoto de Rama y le dijo: “me arrodillaré ente ti sólo cuando sostengas un arco y una flecha”. Se dice que la imagen de Krishna se transformó por aquella de Rama. Aquí vemos que el sentimiento de un devoto jugó un rol fundamental. Entonces, para crear amor, el sentimiento de amor hacia Dios debe ser alimentado.
Dios está presente en todo. Él está presente en nuestro corazón. Él sabe qué está pasando en nuestro mundo interno. Si advierte que en nuestro interior tenemos un intenso anhelo por su amor, Él inmediatamente cumple ese deseo. Entonces, es necesario que haya un deseo, un auténtico anhelo de amor.
En el campo de la devoción, se pueden encontrar dos tipos de devotos. Uno, similar a un joven mono; el otro parecido a un gatito pequeño. El mono joven se toma y se abraza del estómago de su madre pero se cuida a sí mismo, el gatito depende totalmente de su madre. La madre cuida de él. Lo toma del pescuezo con su boca llevándolo de un lugar a otro en busca de un sitio seguro.
El mono joven es independiente mientras que el gatito depende de su madre. De la misma manera, quien sigue la senda de la sabiduría es independiente pero quien sigue el camino de la devoción depende de Dios.
Dios dice que a quien depende totalmente de Él, lo cuida, satisface sus necesidades, lo abastece de las cosas básicas y lo mantiene seguro y resguardado. ¿Quién más puede dar la garantía de este efecto?
¿Por qué Él hace esto? Lo podemos entender con nuestras experiencias de la vida cotidiana. Si trabajamos seis horas por día en una oficina durante un mes, recibimos un salario por nuestro trabajo y nuestro tiempo. Pero si dedicamos nuestra vida y todo nuestro tiempo a la devoción por Dios, ¿Él no tomará la responsabilidad de abastecer nuestras necesidades y nuestra seguridad? ¡Sí! Lógicamente está bien fundamentado. La devoción es la garantía de nuestro bienestar, prosperidad y confort y de la experiencia de gloria eterna.
La devoción subraya que en el corazón de un hombre que tuvo devoción sin ningún deseo de obtener nada, habitan todos: Dios, la religión, la sabiduría y las virtudes. Pero quien es ajeno a la devoción, ¿cómo puede obtener estos atributos? Sigue corriendo detrás de asuntos insignificantes, estimulado por distintas decisiones. Esto no es nada más que el desgaste y la destrucción de la vida. Entonces es mejor seguir la senda de la devoción.
El devoto mantiene firme fe en el fruto que Dios le otorga y queda convencido de que es simplemente un instrumento de Dios. Cualquiera sea el éxito logrado, es obtenido por el efecto que el Señor considera que merece.
El devoto dedica todas sus conductas a Dios. Queda sin ningún deseo propio, no tiene ningún anhelo separado. Su deseo es aquél deseo de su Maestro, Dios. La devoción hace al devoto alcanzar a Dios.
El devoto llega a entender completamente bien el efecto, la gracia y la grandeza de Dios y Lo incorpora. En sus ojos no queda nada excepto Dios. Se vuelve servicial a Dios.
En la devoción no son requeridas ni una familia renombrada ni estudios, ni ser rico ni tener altos puestos. Sólo se necesita reverencia y creencia. Un devoto no depende de ningún hombre, depende sólo de Dios. Presta sus servicios a Dios pero no quiere ninguna recompensa.
Luego de pasar por miles de vidas, a veces, el amor en la devoción se concreta. En Kaliyuga la devoción es el único camino para la salvación. Como resultado de la devoción, Dios aparece directamente delante del devoto. Alguien que siente animosidad por la devoción, sufre desdicha en las tres lokas (mundos).
La senda de la devoción y la del conocimiento o la sabiduría, ambas llevan a la salvación. Pero el camino de la sabiduría es más difícil, mientras que el de la devoción resulta más fácil. Éste último, hace que la obtención de Dios sea más fácilmente posible. Entonces, la devoción es apreciable para la humanidad. La devoción exime al hombre de nacer y morir repetidamente y de los correspondientes sufrimientos. Ella crea y nutre el amor de Dios que trae inmenso placer a la humanidad.
En la devoción, uno debe tratar de quedar a salvo de algunas perturbaciones. En el campo de la devoción hay algunas actividades adecuadas para ser realizadas y al mismo tiempo hay algunas actividades o cosas que son inadecuadas para llevar a cabo.
¿Cuáles son estos elementos?
La ansiedad por pérdidas mundanas, falsa renuncia a lo mundano y comportamiento védico, mujeres, riqueza, oír sobre el carácter de ateos y enemigos, vanidad e hipocresía, etc. son los elementos que estorban el ingreso a la devoción. El orgullo y la deshonestidad son grandes obstrucciones.
El devoto nunca debe jactarse de haber renunciado a las mujeres, al oro, de ser creyente leal y de no tener enemigos. Nunca debe sentir orgullo de su bienestar, de su salud, de sus estudios, de su inteligencia, casta, secta, conducta, apariencia, designación, ser hombre o mujer, capacidad, etc. Una gran vanidad es decir que uno no tiene vanidad. Esto también debe ser evitado.
Algunos hipócritas engañan a otras personas declarándose devotos leales, cuando en realidad no lo son. Visten un disfraz de santo, pero no lo son. Hacen esto para cobrar grandes sumas de dinero o para realizar un deseo deshonesto.
De acuerdo a las escrituras, el deseo (la lujuria), la cólera, la vanidad, la gula, la ignorancia y los celos son seis enemigos que están siempre presentes en todos, y pueden hacer más daño al devoto. El devoto debe mantenerse atento a ellos y no debe estar dominado por ellos.
¿Cómo puede alguien protegerse de esto?
Mediante la devoción, tomando el amparo de Dios, rezando a Dios, repitiendo el nombre de Dios, estando en compañía de personas espirituales, sirviendo a Dios, leyendo literatura bendita y controlando la mente y los sentidos los devotos se pueden salvar de esta caída.
Se dice que de los seis enemigos, tres: el deseo, la ira y la gula, son el camino directo hacia el infierno. Particularmente, los deseos en sí mismos, si no son refrenados, llevan a la destrucción. Por eso es necesario mantenerse atentos a ellos.
La discusión también es un obstáculo. Si bien en el debate se puede aprender, también se somete a los demás para imponer la supremacía propia. Esto nutre la vanidad. Además la discusión no tiene fin, puede ser ilimitada y hasta  puede terminar en una pelea virtual, una lucha física y a veces en asesinato. Por eso se recomienda a los devotos no mantener discusiones inútiles e innecesarias. Se dice que el éxito en la devoción depende de la misericordia de Dios. Si alguien está unido a Dios a través del amor, no necesita molestarse por nada. Dios omnipresente está siempre detrás de él para  ayudarlo, para resolver sus problemas, para protegerlo de elementos que distraen y para serle útil.
El sentimiento o la esencia básica de la devoción es que todo lo que veamos en este mundo es la creación total de Dios. Luego de crear todo, Él fue entrando en cada una de esas cosas. El Upanishad dice que todas las cosas que vemos están penetradas por Dios. Todos los seres vivos están presentes en Dios. La relación entre el Universo y Dios es la misma que entre nuestra alma y nuestro cuerpo. Dios se ocupó del desarrollo de todos los seres. Todas las cosas visibles y experimentales son habitadas por Dios. De forma no aparente o invisible Dios existe en el agua como jugo, en el cielo como sonido, en los Vedas como el Om, en el hombre como vigor, en el sol y la luna como sus efectos. Él está penetrando  todo, está en todas las partículas de este universo y en el de más allá.
¿No es extraño que todo habite en Dios? La cuestión es que Dios penetra todo como un sutil espacio diminuto y quien Lo busque, donde sea, allí Lo encontrará.
El elemento básico en la devoción es que Dios está más allá de nuestro entendimiento, pero Él es amable y cuida por el bienestar de todos. Somos devotos de Él. Él es la verdad, lo bueno y lo bello. Él es completamente pacífico. Él ha estado mostrando su bondad a todos. Él ha estado otorgando Sus bendiciones a todos. Hemos tomado su protección. Nos hemos entregado a Él.
Con esta mentalidad los devotos avanzan en la devoción. Aquí, el carácter mental de los devotos juega un rol vital. Las escrituras dicen que las consecuencias siguen a los sentimientos, no a los actos. Entonces, se obtienen resultados de acuerdo a los sentimientos de cada uno. Para Dios, los sentimientos de los devotos son más importantes que los hechos. En los libros religiosos abundan estos ejemplos.
Si bien en la devoción verdadera y pura el devoto nunca aspira a nada, podemos encontrar quienes hayan estado sirviendo a Devas para obtener cosas materiales, nombre, fama, victoria, destrucción del enemigo, para obtener propiedades, para casarse, para ser exitosos en cuestiones legales, etc. Puede haber una extensa lista de tales necesidades.
Entonces, ¿qué es esto? ¿Esto no es devoción?
El Señor Krishna dice en el Bhagawad Gita que sí, por supuesto, que también es devoción.
“Esa devoción también es hacia Mí, pero es un rodeo. Yo hago su fe firme en esos Devas (semidioses que representan a los elementos de la naturaleza y hago que esos Devas satisfagan los deseos de esos devotos”. Pero tal adoración está en contra de las reglas establecidas. ¿Por qué? Ante todo, está cargada de deseos, en segundo lugar, lo que sea que obtengan es perecedero, y en tercer lugar, en vez de realizar una aproximación directa a Dios, se acercan a los Devas. Es indirecta. Siendo que Dios está disponible para todos, se disfruta menos con intermediarios, aunque sea también efectivo.
Dios nunca nos abandona, somos nosotros quienes Lo hemos abandonado. La devoción es un proceso por el cual nos vinculamos con Dios, nos unimos a Él, y a veces sentimos que nos hacemos uno con Dios.
Es una experiencia común y natural para nosotros el estar bien posicionados, confortables o disfrutando de los lujos; pero cuando las miserias caen sobre nosotros y nos volvemos totalmente infelices y frustrados, nos sentimos perdidos, entonces como último recurso nos acordamos de Dios y rogamos por Su ayuda.
Si la oración está hecha desde lo profundo del corazón, con lágrimas en los ojos, con voz fuerte, con el corazón latiendo aceleradamente, es escuchada por Dios y es otorgada la ayuda. Pero, ¿qué pasa luego de esto?
La persona, después de un tiempo se olvida, comienza a jactarse y a correr para realizar sus deseos. No obstante, Dios continúa cerca de ella y la ayuda cuando es necesario.
La devoción es un sendero. Quienes lo siguen son devotos y el recuerdo de Dios es permanente en ellos. Este recuerdo trae la complacencia divina. Trae paz. El devoto nunca desea olvidar a Dios ni salir de ese estado de conciencia.
Reverencia y confianza son las características esenciales de la devoción. No hay lugar para los deseos en la devoción pura. La devoción no requiere la carga de sabiduría ni deberes. Narada dice: “devoción implica dedicación de todos nuestros actos a Dios y  que nos sintamos dolorosamente perturbados si nos olvidamos de Él”.
Puede haber dos tipos de devoción: uno es gauní y el otro, pará devoción.
El primer grado, el de la devoción gauní, es aquél en el que la devoción emerge  del corazón de los devotos recordando la misericordia, la bondad, el amor de Dios. Esto es revelado mediante el servicio, la práctica de yoga y cantando cantos de alabanza a Dios en grupos. Esto ayuda el desarrollo de satva, disminuyendo rayas y tamas. Esto trae el crecimiento de severidad en el silencio, moderación en la palabra e introspección. En lugares solitarios uno se siente más propenso para la meditación. La mente se vuelve pura por la alabanza a Dios y la repetición de Su nombre y la veleidad se va.
La devoción establece una especie de conexión entre el devoto y Dios. Como la confluencia entre los ríos Ganges y Yamuna. Gradualmente la renuncia y el desapego de objetos mundanos comienzan a tener lugar. En la medida en que aumentan, el amor por los pies de loto de Dios se va volviendo más y más firme.
En este momento comienza Para-devoción. Nuevamente, hay dos tipos de  Gauni devoción. Uno es Vaidhi y el otro es Raganuga. El dominio de las Escrituras, la disciplina, los modos establecidos, etc. Son las características principales de Vaidhi devoción. En esta senda las reglas correctamente establecidas deben ser aplicadas.
Pero, donde sólo hay deseo de amor a Dios, es Raganuga devoción. Ésta también consta de dos tipos: Kamrupa y Sambandharupa. Las características de Sambandharupa devoción consisten en que uno puede ser padre, madre, hermano, amigo, sirviente, etc., de Dios. Pero donde no hay tales elementos y el devoto tiene sólo un deseo: el de agradar a Dios por sus servicios, es conocido como Kamrupa devoción. Esta última tiene dos clases: una es la devoción con el deseo de jugar un papel con Dios, la otra es el sentimiento de plenitud, que uno puede desear, dulces sentimientos hacia Dios.
¿Cuál es el camino hacia la devoción? ¿Cómo puede ser alcanzado? ¿Cuáles son los recorridos prescriptos? Diferentes autoridades han descrito varios caminos.
El Adhyatma Ramayana habla acerca de 9 formas. Ellas son:
1. asociación con Mahatmas (grandes Almas, santos, sabios)
2. contar Sus historias
3. cantar cánticos en devoción a Dios
4. oír la exposición de Sus enseñanzas
5. sincero servicio al Guru viendo a Dios en él
6. práctica de actos meritorios, control de los sentidos internos, pureza externa, adoración al Señor
7. devota repetición del Mantra o Nombre de Dios
8. venerable servicio a Sus devotos, ver Su presencia en todos los seres,  cultivar el desapego por los objetos externos combinado con la práctica del autocontrol y otras virtudes
9. investigación de Su naturaleza
 
Swami Ramananda menciona también 9 formas, que ya han sido explicadas anteriormente.
Otros hablan sobre la décima: Prem Lakshana devoción, el objetito es el Amor.
En el Bhagawat, son dados 9 sentidos a la devoción.
Tulsidasa da 5 acepciones.
1. desapego
2. facultad de diferenciar lo bueno de lo malo, Sad de Asat
3. compañía de personas espirituales
4. gracia de Dios
5. repetir el nombre de Dios
 
Rama habla a Lakshmana sobre 8 aspectos de la devoción:
1. amor a los pies de los Brahmanes (seres puros, sáttvicos)
2. cumplir el propio Dharma de acuerdo a las Escrituras
3. amor a los pies de Santos
4. constante servicio a Dios
5. entendimiento de que todas nuestras relaciones están en Dios
6. cantar las virtudes de Dios con tal deleite que ahogue la voz
7. no mantener los seis vicios como lujuria, hipocresía, etc.
8. prestar servicios a Dios, volviéndose completamente desprovistos de deseos y tomando Su resguardo.
 
En la devoción, si se realizan los pasos anteriormente mencionados, se lo logra. Cada uno de estos principios es tan eficaz que nos llevan a nuestro destino.
La devoción lleva al devoto a visitar directamente a Dios. También hace alcanzar la realización personal. Éste, está dicho, es el mejor de los sentidos del a devoción. Es por lo que los devotos son considerados los mejores. La devoción hace servir fácilmente a Dios. Él, con placer, acepta las ofrendas recibidas; pueden ser hojas, flores, frutas o agua. La devoción es sencilla en tanto trae logros rápidamente. Dios los libera de este océano del mundo rápidamente. Incluso si alguien es muy débil, pero si lleva a cabo la devoción, se vuelve espiritual y alcanza la paz eterna. Lo que es seguro es que un devoto nunca es destruido. El devoto puede ser una mujer, un hombre de negocios, una persona de la casta inferior o pertenecer a una especie pecadora. Todos en cuanto toman el resguardo de Dios alcanzan el más alto dominio Suyo. Los devotos Lo describen y hablan sobre Dios con otros devotos, reciben tal intelecto espiritual con el que Lo sirven. Dios, presente en el corazón de los devotos, va destruyendo la  oscuridad de la ignorancia con la luz de la sabiduría.
Sobre la dignidad, grandeza y magnificencia de los devotos: los devotos son formas de Dios. Las actividades, los actos y los pensamientos de los devotos comienzan a parecerse a los de Dios, ellos comienzan a devenir tan elevados como Lo divino. La residencia y el lugar de actividad también se vuelven tan buenos como los de Dios.
¡Vean qué excelentes se vuelven los devotos!
Dios siempre permanece caminando detrás de los devotos y considera sus placeres y sus temores como los Suyos propios. Esta es Su tarea, identificar placer-dolor de Sus devotos.
Con el recuerdo de devotos justos, la gran pila de transgresiones se quema reduciéndose a cenizas. La liberación siempre los sigue como el sirviente a una doncella.
Ésta induce una mente firme, amor y acceso a Dios. No hay incertidumbre. La obtención de bienestar se hace posible recordando a los devotos como se recuerda a Dios. Pensando y reflexionando sobre los devotos, sus sentimientos, virtudes y carácter ingresan en el corazón y se destruye la oscuridad que allí habitaba, iluminando y trayendo sentimientos de perfección.
La grandeza de los devotos es impenetrable e inacabable. Las Escrituras están colmadas de ella pero nadie pudo agotarla. De hecho, nadie puede expresar completamente toda esa grandeza, sus virtudes, efecto y compañía en palabras. Y todo lo que sea pensado, dicho, descripto y enumerado nunca será suficiente para exponer sobre la grandeza de los devotos.
Dios puede ser impersonal o puede manifestarse como personal pero los devotos son visibles. Puede tomarse como una ventaja su presencia entre nosotros. Ellos serán complacidos fácilmente. Sin embargo, hay una gran dificultad: aquellos que son devotos puros no revelan su identidad. Ellos no desean estar a la vista de todos. Ellos desean mantenerse ajenos al nombre, a la fama y a la propaganda. Entonces es dificultoso reconocerlos. Sin dudas algunos falsos y pseudo-devotos pueden estar presentes en todas partes. Su parafernalia es muy atractiva, categórica y efectiva. Uno debe mantenerse precavido de ellos. Pueden demandar muchas cosas, pero un devoto genuino nunca pedirá nada. Dios no quiere nada de nosotros. Él está sediento de una sola cosa: amor. Aquél que ama dedica todo para el ser amado. Dios lo acepta prontamente. Es Su naturaleza retribuir. Como respuesta Él entrega numerosas recompensas a Sus devotos. Entonces, no hay pérdida. Por supuesto que alguien con una mente de negocios se sentará a calcular todo esto, no así un devoto. El devoto está completamente entregado a Dios sin buscar nada, sino deseando el regocijo de Dios.
Por esto la devoción es divina. Todos deberían pensar ¿para qué han sido enviados a esta Tierra, cuál es su tarea, qué se espera que hagan, qué dimensiones debería cada uno adoptar?
La respuesta a todas estas preguntas es que al hombre le es otorgada la vida para lograr la Realización y para alcanzar a Dios. Para esto último, hay varios caminos, de todos ellos la devoción es el mejor, es natural, es sencillo, da resultados rápidamente. Uno no necesita incomodarse por las condiciones, reglas y reglamentos. Lo único que se requiere es el amor a Dios. Dios es amor y el amor es Dios. Ésta es la esencia de la vida.
Este es un éxito seguro de la vida humana. Alguien que espera a Dios se vuelve más querido por Él y finalmente es aceptado y liberado por Dios.
 Dr. Gopal Ji Mishra
Varanasi, febrero 2006
INDIA