Si bien la palabra es el resultado del pensamiento, cuidando la palabra podemos purificar los pensamientos. El común de la gente no tiene control sobre lo que dice, menos aún sobre lo que piensa. Cuando el yogui toma conciencia de la necesidad de purificar su mente para poder fundirse en Brahman, tiene que apelar a todos los métodos que puedan ayudarle en su cometido.

Uno de esos métodos es la repetición de Mantras. Los mantras son palabras de poder. ¿De donde surge el poder de los mantras? De su sonido y de su significado. Su sonido proviene del Sánscrito, idioma sagrado de vibraciones puras. Su significado está siempre asociado con la Divinidad, ya sea con forma o sin forma.

En el Ramayana se narra la historia de una Encarnación Divina, Shri Rama. 'El fue un príncipe desterrado que vagó por los bosques junto con su hermano Lakshmana durante 14 años. Vivía entonces en un paraje montañoso una anciana sannyasini de casta inferior llamada Shabari. Ella sabía por su Guru que el Señor Vishnu había encarnado como Rama y que algún día visitaría su modesta vivienda. Cada día Lo esperaba con flores y frutas. Para asegurarse de que todas las frutas fueran dulces, ella mordía un pedacito de cada una, desechando así las frutas 'acidas. Llegó el día en que Shri Rama y Lakshmana visitaron su ermita. El Señor Rama comió con deleite las frutas que le ofreciera, mientras que su hermano Lakshmana las miraba con desprecio por estar mordidas por las anciana. Fue entonces que Shabari, advirtiendo que Lakshmana tenia dificultad para comer las frutas, le dijo: "oh Lakshmanaji, tu desprecias las frutas porque fueron tocadas por mi boca, pero olvidas que en mi boca siempre está el nombre de Shri Rama, así que despreciando las frutas Lo desprecias a 'El".

Así es que la boca se purifica por la repetición del mantra. En este caso el mantra era el mismo nombre de la Divinidad, pero también puede ser sólo OM, que es la Divinidad Misma.

        Cualquiera sea el mantra dado por el Guru, uno debe repetirlo constantemente. Hablar sólo de la Divinidad, no perder tiempo hablando de los demás o criticando a otros. Muchas veces se comete ese error. Mente y palabra se influencian mutuamente, así es que el mantra es la forma mas fácil de hacer el camino inverso purificando primero la palabra y después la mente.

        Por eso, oh Ser Puro, Ser Divino, recuerda Tu naturaleza, repite el nombre del Señor, repite mantras y la naturaleza inferior que obstaculiza la Conciencia Divina que mora en ti se alejaría, como se alejan los ciervos en presencia de un león. OM

                  Shuchita