No tocar libros ni personas con los pies

por Shuchitá Mahayoguiní

Si hay algo que refleja la sabiduría ancestral de la India, es el profundo sentido filosófico de sus costumbres populares trasmitidas generación tras generación. Una de esas costumbres, enseñadas desde la niñez en el hogar, es la de no tocar libros ni personas con los pies.

El conocimiento es algo sagrado y divino. Debe ser respetado en todo momento. El respeto hacia los libros – y ni hablar de los hombres sabios – es un recordatorio de que el conocimiento da la posición más elevada.

Mientras en la cultura occidental la gente se inclina ante el poder y el dinero, en la India antigua los reyes se inclinaban ante los sabios. Ese concepto se extiende a la India moderna. Si bien hoy el conocimiento está dividido en secular y espiritual, todo aquél que enseña está en una posición superior al enseñado. Pareciera innecesario tener que explicar esto, pero lamentablemente las nuevas generaciones occidentales parecen no haberlo aprendido nunca, entonces tratan como uno de sus pares a aquel que le enseña. ¡Qué decir de los libros!

En India aún se conserva la tradición de no apoyar los libros en el suelo, tratarlos con cuidado y nunca tocarlos con los pies. Sería una gran falta de respeto a la Sabiduría Divina oculta en ellos.

Un estudiante de música también se cuidaría de tocar con el pie a su instrumento musical.  ¿Cómo podría pretender después extraerle sonidos divinos?

Desde niños, los indios son advertidos de no tocar a las personas con los pies. Si esto sucediera incluso accidentalmente, de inmediato deben tocarlas con sus manos y llevar éstas a los ojos en señal de disculpas.

¿Por qué tampoco tocar con los pies a las personas?

El hombre es el más hermoso templo viviente de Dios. Tocándolo con los pies estarían faltando a la Divinidad que mora en su interior. Esa es la razón por la cual incluso si un mayor toca accidentalmente a un joven con el pie, debe disculparse de inmediato con reverencia y humildad.

¿Cuántas veces hemos escuchado que Dios está en todas partes? Pero, ¿lo tenemos en cuenta en el diario vivir? En la India sí. Aprendamos pues de los pueblos antiguos.

                  OM                                         Shuchitá Maháyoguiní